Ek Balam, la “Ciudad del Jaguar Negro”, se alza imponente en la verde selva del norte de Yucatán, México. A tan solo 2.5 horas de Cancún, este sitio arqueológico ofrece una fascinante mirada a la vida y cultura de la civilización Maya. Construida alrededor del año 300 a.C., Ek Balam alcanzó su apogeo durante el Clásico Tardío (700-900 d.C.), rivalizando con ciudades como Chichén Itzá y Uxmal. El nombre de la antigua ciudad, en lengua maya yucateca, se traduce literalmente al español como “jaguar obscuro o negro” (Barrera V. 1980:1950) aunque la gente de la región de Ek’Balam que habla maya también lo interpreta como “lucero-jaguar” o “estrella-jaguar”.
Importancia histórica:
Ek Balam no solo era un importante centro comercial, sino también un núcleo cultural de gran relevancia. Sus majestuosas estructuras, como la Acrópolis, el Palacio Oval y el Juego de Pelota, dan testimonio del desarrollo arquitectónico y artístico de los Mayas. Las Estelas, con sus inscripciones glíficas, narran la historia de la ciudad, sus gobernantes y sus relaciones con otras ciudades-estado.
Fue una capital del imperio de Tah al que rendían tributo los pueblos de la zona oriente del Estado, incluyendo parte de la costa, como lo prueban ofrendas de conchas que han sido encontradas. Contaba con gran riqueza, y con una población de 12 a 18 mil habitantes en su núcleo principal. Esta ciudad resistió hasta la llegada de los españoles y parece ser que su decadencia se debió a la lucha constante que tenía con otros reinos y a la sequía.
Un recorrido por Ek Balam:
Los edificios principales de Ek’ Balam están distribuidos en dos plazas llamadas norte y sur; éstas se encuentran dentro de un área amurallada de 1.25 km2, en la que también hay otras estructuras, alrededor de dichas plazas. De las murallas parten 5 caminos prehispánicos llamados sak be’oob; además de las murallas exterior e interior existe otra, a la que hemos llamado tercera muralla, lo que evidencia una intención de proteger fuertemente la parte central del sitio, donde lógicamente residían los gobernantes y la nobleza.
En el corazón de las dos plazas, se encuentra el juego de pelota, conformado por las Estructuras 8 y 9, que revela elementos de gran relevancia. Entre ellos, destaca una ofrenda compuesta por más de 90 vasijas y numerosas pelotas de piedra quemada.
Asimismo, se han recuperado dos tapas de bóveda pintadas en el mismo sitio, ambas decoradas con representaciones del dios K’awil, y con inscripciones que señalan su pertenencia a la residencia de un notable llamado Tz’ib’am Tum. Este individuo podría haber desempeñado el papel de Ahaw (gobernante) en Ek’ Balam.
La plaza norte en Ek’ Balam, la más extensa y antigua, cuenta con tres imponentes edificaciones numeradas como 1, 2 y 3. La más conocida y visitada en la número1 a la que se le nombre como La Acrópolis, que ha estado siendo investigada y restaurada desde 1997.
Este monumental edificio tiene dimensiones notables, con 160 metros de longitud, 60 metros de ancho y una altura de aproximadamente 31 metros. La Acrópolis es una construcción de gran envergadura y complejidad, caracterizada por su intrincado diseño con numerosas fases constructivas superpuestas.
Este edificio cuenta con una variedad de habitaciones abovedadas distribuidas en varios niveles, conectadas por un complicado sistema de escalinatas y pasajes, ofreciendo así una fascinante visión de la arquitectura y la historia de Ek’ Balam. Al ascender los 130 escalones de la Acrópolis, nos encontramos con una vista panorámica impresionante de la selva y los vestigios de la ciudad
En la parte occidental de la plaza sur, se encuentra una de las construcciones más extensas de este conjunto, conocida como la número 17 o “Las gemelas”. Este nombre se debe a su composición única, ya que está compuesta por dos estructuras superiores idénticas construidas sobre un mismo pedestal.
“El palacio oval” (estructura no. 16), es la última de las notables construcciones en el lado sur de la plaza. Este edificio, que cierra la parte sur, presenta claramente tres fases de construcción. La fase más antigua exhibe varios cuerpos ovalados superpuestos, a los que se añadieron 10 cuartos en tres de sus lados y dos recintos adicionales en un nivel superior, todos aparentemente utilizados como espacios habitacionales. La tercera fase constructiva consistió en la incorporación de un pequeño templo que corona la estructura.
Ek’ Balam nos ha revelado una arquitectura y decoración verdaderamente extraordinarias, hasta ahora desconocidas. Los edificios que han sido restaurados hasta el momento exhiben una amplia gama de elementos decorativos. Aunque algunos de estos elementos tienen sus raíces en regiones culturales como el Petén, el Puuc, la costa oriental de Quintana Roo, así como en Río Bec y Chenes en Campeche, o presentan similitudes con ellos, no podemos etiquetar a Ek’ Balam con alguno de estos estilos arquitectónicos mayas en particular. Más bien, el sitio ha incorporado elementos de estos estilos y los ha fusionado con otros propios, dando lugar a un estilo completamente nuevo. Este hecho convierte a Ek’ Balam en un lugar único.
Descubriendo los secretos de Ek Balam:
Las excavaciones en Ek Balam han revelado tumbas de nobles y guerreros, con ofrendas de jade, oro y cerámica. Estos hallazgos nos permiten conocer mejor las creencias, la organización social y la vida cotidiana de los Mayas.
Más allá de la belleza:
Ek Balam no es solo un conjunto de ruinas impresionantes. Es una ventana al pasado, un lugar donde podemos conectar con la sabiduría y la grandeza de una civilización ancestral. Pero tal vea algunas de las estructuras más impresionantes de Ek Balam son justamente las fachadas que se encuentran en el cuarto nivel del ala oeste de la Acrópolis.
Aquí nos encontramos con los cuartos conocidos como 35 Sub, 42 Sub y 43 Sub, que albergan las fachadas mejor conservadas de Ek’ Balam. Estos recintos, notables por su función especial, se distinguían por una decoración fascinante en sus fachadas. La Estructura 35 Sub, llamada Sak Xok Naah (“la casa blanca de la lectura”) por Ukit Kan Le’k Tok’, fue destinada como la cámara funeraria del rey, albergando sus restos mortales y una rica ofrenda con más de 7,000 piezas de diversos materiales, incluyendo conchas y caracoles.
Estos recintos son claramente de carácter ceremonial y reflejan la cosmogonía prehispánica maya asociada con la resurrección en el inframundo, al cual se accedía al ser “tragado” por las fauces del monstruo terrestre. En este caso, el monstruo se representa en la fachada y la banqueta como una enorme boca rodeada de colmillos, con un friso en la frente coronado por siete personajes en posiciones inusuales y con majestuosos atuendos.
Invitación:
Te invitamos a explorar Ek Balam y sumergirte en la fascinante historia de los Mayas. Déjate cautivar por la belleza de sus estructuras, descubre los secretos que aún guarda la selva y siente la conexión con una civilización que dejó un legado imperecedero. Para los estudiantes de historia y arqueología, Ek Balam es un campo de estudio invaluable. Ofrece la oportunidad de observar de cerca la arquitectura Maya, comprender su organización social y política, y descifrar los mensajes codificados en sus glifos.
Y recuerda estar al tanto de nuestros próximos cursos.